Valor. ¿Las cosas tienen valor? ¿Las
personas tenemos algún valor? ¿Cuánto valgo yo? ¿Y tú? No, no tenemos. Nada tiene
valor, nosotros se lo damos. Nosotros damos ese valor, ese aprecio a ciertas
cosas pero para cada uno tiene un valor diferente. Cada uno tiene algo que es
más preciado para él, algo más valioso, algo que él haría lo que fuera por
tenerlo o por no perderlo. A veces le damos valor a cosas sin importancia y a otras más importantes no se lo damos. Sinceramente en mi vida hay bastantes
cosas valiosas, muchas materiales y pocas personas. Pero, ¿sabes qué? No quiero
más personas valiosas porque ya tengo de sobras. Prefiero tener poca gente y
que les importe de verdad que tener a mucha gente y que la mitad no me valore.
Este año me voy a separar de mucha gente valiosa para mí, se van, pero algo
tengo claro, no me van a perder para nada del mundo, me van a tener que
aguantar hasta el fin de los días. Sólo me quedo con una persona valiosa para
mí, ella es la que más va a tener que aguantar pero no pasa nada, me ama. ¿Cuánto
valor tienen para mí esas personas? Es muy sencillo. Sólo tienes que mirar
hacia allí. ¿Qué ves? ¿De verdad no lo ves? Fíjate más. ¿Ves el horizonte?
Vale, ahora gírate. ¿Lo ves? ¿Ves aquel otro horizonte? Yo sería capaz por
ellas de ir hacia al horizonte, sin parar por ellas. ¿Sabes qué significa?
Nunca pararía. El horizonte no tiene final, mires donde mires hay horizonte y
es imposible llegar a él. Lucharé por ellas siempre. Ellas son yo. Sé lo que te
preguntas ahora. Quieres saber cuánto valgo yo, ¿no? Creo que no me has
entendido, creo que no te has enterado bien. Ellas son yo. Sin ellas mi valor
sería nulo. ¿El valor de ellas? Su valor sobrepasa el horizonte, sobrepasa
cualquier límite, sobrepasa lo imposible.
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