domingo, 29 de noviembre de 2015

Una caricia.

Una caricia en el alma.
A veces solo necesitamos eso, que alguien agarre nuestra alma con las dos manos, nos mire a los ojos y nos diga: “No voy a dejar que te caigas, ni tú ni ella.”
Y así llegaste tú, con mil caricias arreglando mi alma rota.
Como un niño pequeño me aferré a tu alma.
Y tú a la mía.
Nuestras almas, pequeñas e insignificantes perdidas en un mundo derruido por la locura, se unieron con toda la fuerza del mar para no ser separadas jamás.
Que ya no sé diferenciar cuál es tu alma y cuál es la mía.
Y me encanta.

Dejémonos de almas y acaríciame el cuerpo.
Quiero sentirte en cada poro de mi piel.
Quiero sentir tus manos recorriendo mi cuerpo.
Quiero sentir el sabor de tus labios pegados a los míos.
Quiero ver tus ojos verdes en los que me pierdo como un tonto.
Quiero oler tu cuello e impregnarme de él.

Está bien sentirte con el alma.
Pero mis sentidos te echan de menos.
Ven.
Quiero sentirte con los dos.
Quiero sentir la perfección.
Tú.

C.

sábado, 14 de noviembre de 2015

XI - Tratado de paz.

Mis pies en la tierra
Pero volando sin alas
Mientras ando al lado tuyo
Mirando el cielo lleno de astros
Como los que ocultan tus ojos
De ese color tan vivo
En los que me pierdo
Cada segundo a tu lado.

Ando sostenido por tus manos,
Que evitan que salga al vuelo,
Cuando me das esos besos,
Más mágicos,
Que tu ser entero.
Que a tu lado vuelo,
Aún sin tener alas,
Que a tu lado soy mar,
Aún siendo un charco.

Que me rompieron las alas
Pero contigo no hacen falta,
No hace falta nada más
Que penetrar en tu mirada,
En tu planeta,
Ese que escondes a los demás
Y que a mí me enamora
Como al que más.
Que tú restauras
Esas ruinas perdidas
Causadas por esa guerra
Llamada amor,
En la que el vencedor
No fuimos ni tú ni yo,
Sino el dolor.

Y tú, que viniste corriendo,
Rompiendo puertas y esquemas,
Dejando salir mi fuego interior,
Disparando balas
Directas al centro de mi corazón
Que circulan por mis venas
Más veloces que un avión,
Acabaste con la guerra,
El dolor,
Firmando la paz
Dejando entrar al amor.

Recuerdo de lo perdido, C.