He vivido con
el corazón helado, agarrado con fuerza por tus manos. He escapado de ti, de tu
invierno para llegar a uno peor, para llegar a una era de glaciación que me ha
helado hasta los huesos. He vivido sin aire y con el entorno presionando mis
pulmones para no dejarme respirar. He vivido muerto y he renacido de las
cenizas. He visto circular el fuego por mis venas hasta el corazón y he
sobrevivido a un deshielo. He encontrado aire cuando mi corazón se apagaba y mi
cuerpo se rendía. He perdido el apetito, peso y ánimo. He aprendido qué es el
desamor y el amor mutuo. He aprendido que no hace falta huir para vivir, pero
he tenido que hacerlo para olvidarte. Me he ido para no volver y he vuelto. He
hecho daño y he pedido perdón con hechos y no solo con palabras. Me han hecho
daño con hechos y palabras y he perdonado.
He conocido
tus ojos y he visto llegar la primavera en ellos. He visto crecer las flores
entre nuestros cuerpos vestidos y desnudos. He recorrido tus clavículas, tu
cuello, tu cuerpo con mis manos. Me he abierto el pecho por ti y te he dejado
sobrepasar todas mis barreras. Te he
mostrado mi alma y cama. He recorrido calles contigo de la mano y he recorrido
cada una de tus calles. Conozco todas tus esquinas, tus destrozos y tus
monumentos. He empezado una obra en tu interior, le llamo futuro juntos, y he
empezado una restauración interna en la que tú eres el obrero. He sentido el
fuego del dolor y el de tus labios. Me han incendiado de odio y de amor, sobre
todo de amor. Me he vuelto dependiente de alguien para poder vivir y he
conseguido seguir sin ayuda.
He visto
llegar el verano en el calor que me transmiten tus ojos y he visto el mar
ondear en ellos y como un niño salte desde mi precipicio directo a tu mar. He
amanecido y he visto irse al sol a tu lado. He conocido mi verdadero yo, aquel
que había perdido. He visto la luz al final del túnel andando en sentido
contrario y he salido de él rompiéndolo. He echado de menos, y de más. He
caminado bajo la luna llena, solo y acompañado, y he visto a hombres lobo salir
con sus garras a destrozarme.
Se han caído
las hojas encima de mí en otoño y he caído yo sobre ellas. He caído y he caído
y he caído y he caído y he caído y me he levantado, me he levantado con y sin
ayuda. He hecho caer a personas y he decepcionado a muchas otras. Me he
decepcionado a mí, una tras otra. He sido un error y he hecho errar a otros. Me
he esforzado con todo mi ser y no ha servido de nada. He arriesgado personas
para conseguir propósitos y no he conseguido nada. Me he sentido inútil, día
tras día, hora tras hora… Y lo he sido. He sonreído a gente que me ha amargado
la vida y lo sigue haciendo. He aguantado miradas de asco, de odio y de
decepción que he recibido por todos lados, y yo he enviado otras cuantas. Me he
ahogado en estrés y en el montón de pelos que he perdido. Me he sentido
ignorado y he vivido ignorando mis sentimientos para poder seguir adelante. He
pegado paredes y me han pegado en el alma.
He visto volver
el frío del invierno entre mis dedos y no he podido huir de él. Mi piel se ha
puesto de gallina en cada sentimiento y me la he desgarrado. He visto caer
cascadas de tus ojos que me han roto el alma y me han roto el alma hasta que han
visto la lluvia en mis ojos. Me han recordado lo poco que valgo mi entorno y mi
cabeza. Me han animado a no rendirme muchos otros. He estado al borde del
precipicio muchas veces, a punto de dejarlo todo. Algunos me han empujado,
otros me han aguantado, pero sigo en el borde. Me han hecho feliz y me han
impedido serlo. He visto mentalidades que deberían ser extirpadas y he visto
otras que me han enamorado. He conocido las ruinas de Roma a parte de las mías
internas. He paseado bajo las luces de Navidad de tu mano y te he besado
delante de todos. Me han sacado sonrisas sinceras y he ocultado el dolor detrás
de otras no tan sinceras.
Sigo viviendo.
C.