viernes, 6 de junio de 2014

Mi túnel sin salida, mi planeta perdido, ella.

Ando descalzo. Ando en mi mente. Bajo mis pies lo puedo ver todo, puedo ver todos esos recuerdos que jamás olvidaré. También puedo ver algo sobre mi cabeza pero no quiero mirar, sé lo que hay. Sobre ella se encuentran todos los malos momentos de mi vida, ordenados uno a uno. Todos esos recuerdos me llevan al mismo lugar, coja el camino que coja siempre llego al mismo lugar. Dicen que todos los caminos llevan a Roma, ¿no? Pues en mi caso no, en mi caso todos mis recuerdos, mis miedos, mis malos momentos, mis sueños, mis caminos, todo, absolutamente todo me lleva a ella. No sé como lo hago pero siempre acabo pensando en ella. Sí, al final llegó el momento en el que ella se enteró de todo. La verdad, creo que no era ni el momento ni la manera pero el destino ha querido que sea así. En ese instante me quede tranquilo, estaba arto, arto de todo. Pero me he dado cuenta de que ha sido peor de lo que creía. Yo creía que ya estaba concienciado, que estaba preparado para la respuesta, preparado para lo peor. Lo creía pero no es así. Desde que ella lo sabe no paro de pensar, no paro de pensar en ella. Tengo millones de preguntas sin respuesta, millones de dudas, millones de pensamientos que me estrangulan, que me asfixian. Quiero saberlo todo y eso es imposible. Quiero saber que piensa, que piensa de mí, quien es en realidad, quien soy yo. Cuando la miro me pierdo en sus ojos verdes, en un túnel negro sin fondo lleno de mis sentimientos, de todos mis sentimientos confusos. Un túnel que por más que ando no tiene final i en las paredes solo está ella i todas esas preguntas que me envuelven escritas una por una en blanco en las paredes negras. Dicen que todo túnel oscuro tiene luz al final, ¿no? Mi túnel no lo tiene, mi luz es ella y no la tengo. Estoy perdido en un túnel oscuro lleno de preguntas sin respuesta que me torturan día a día, sin ella y sin luz para poder salir de ese maldito túnel. Una guerra ha empezado en mi interior, una guerra entre mi cerebro y mi corazón. Mi cerebro me dice que me olvide, que me aleje, que vuelva a ser yo y mi corazón me dice que lo intente, que luche, que no me rinda, que siga siendo yo, porque sin ella no soy nada ni soy nadie. No sé qué hacer. A veces mi odio, mi rabia, mi dolor se ponen de parte de mi cerebro y otras veces todo el amor, su mirada, nuestras conversaciones, ella se ponen de parte de mi corazón. ¿Y yo? ¿De qué parte me pongo? A veces quiero olvidarla, otras quiero quererla con todas mis fuerzas. La quiero con todas mis fuerzas y sí, lo juro por Snoopy, los Lunies, Barrio Sésamo, los Teletubies y todo lo que haga falta. Porque yo tengo algo claro, sólo tengo eso claro y es que te quiero con todas mis fuerzas, que te quiero más que a nada en el mundo y que te quiero como no he querido nunca. Porque sus ojos verdes me enamoraron desde la primera vez que los mire seriamente, desde que los mire de verdad, desde que la conozco como eres realmente y a través de ellos puedo ver su interior más profundo, ese interior que tanto me gusta. Su pelo corto me encanta, me dan ganas de tocarlo aunque ella no me deje. Su sonrisa me encanta, porque cuando sonríe, sonríe de verdad. Todas y cada una de las cosas que tiene ella me encantan. Incluso hasta su gran pesimismo me enamora, aunque quiero que lo cambie. Y yo… Yo sólo soy una persona más en este mundo, perdido en otro mundo que ni yo ni nadie conoce.

PD: T’estimu més que a res d’aquest món i ningú estima tant com jo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario