Ya
debería estar durmiendo pero no puedo. Me tumbo en la cama y cierro los ojos.
Intento poner la mente en blanco, dejar de pensar, pero sigo sin poder dormir.
Ya es la una y sigo despierto. Mañana tengo que ir al colegio y sé que cuando me
suene el despertador a las siete estaré hecho polvo. ¿Puede ser que no tenga
sueño porque intento evitar las pesadillas que me suceden desde hace un mes? ¿O
es porque no paro de pensar en ella? Desde que la vi por primera vez en mis
pesadillas supe quien era y porque estaba ahí. Ella era mi amiga pero él la
conquistó, la engañó, y se olvidó de mí, desapareció de mi vida. ¿Por qué? Ella
sabía que era importante para mí pero aún así se fue y me dejo vacío. Los
parpados se me cierran del cansancio y al fin sé que voy a dormir pero esta vez
no dejaré que la pesadilla me atormente porque sé que no es real. Abro los ojos
y vuelvo a estar en aquel lugar oscuro. Miro a mí alrededor pero ella aún no ha
aparecido. Ni él. Poco a poco una figura se forma delante de mis ojos y sé que
es ella. Me giro y comienzo a andar en dirección contraria, la ignoro. Quiero
que sienta lo que yo he sentido desde que ella se fue, que se dé cuenta de que
ya no soy el segundo plato de nadie ni de que me va a utilizar. Ella sabe
exactamente hacia donde voy. Voy a por él. Poco a poco veo una forma delante de
mí. Es él. Me giro y la miro a ella. Le sonrío pero ella hace una mueca. No
entiende que estoy haciendo, ni porque ya no la quiero. Se confunde. Yo si la
quiero pero correr detrás de ella no hará que vuelva a mí. Giro la cara de
nuevo y le miro fijamente a él. Él corre hacia mí como habitualmente. Justo en
el momento que va pasar de largo le empujo y cae al suelo. Ella chilla. Noto
como se acerca corriendo a por él como nunca hubiese hecho conmigo. La rabia me
inunda. Me agacho y le cojo a él por el cuello. Todo va a terminar esta noche.
En el momento que ella me toca el hombro todo se desvanece y me quedo yo sólo
en la oscuridad. Parpadeo y cuando vuelvo a abrir los ojos estoy rodeado por la
multitud. Ellos dos están entre todo ese montón de gente y tengo que
encontrarles. Miro de lado a lado y justo en el instante en el que me iba a
rendir los veo. Están al final del todo, con cara de venganza, pero cuando
nuestras miradas de cruzan sus expresiones cambian, ahora tienen terror. Es el
momento. Sé lo que tengo que hacer para que todo termine. Corro hacia ellos y
como habitualmente la gente se aleja de mí haciendo un pasillo entre ellos y
yo. Me paro enfrente de ellos. La gente se coloco alrededor de nosotros con
mirada curiosa. No saben lo que está sucediendo, lo que ha cambiado. He
cambiado yo. Le miro a él y hablo:
-
Este es mi sueño, yo lo controlo.
En
ese instante él se rompe en mil pedazos que caen al suelo. El viento los mueve
y los esparce hasta que no queda ninguno dentro del círculo. Ella llora. Yo sonrío,
aunque me duele verla llorar. Abro la boca pero no me salen las palabras. Ella
cae de rodillas al suelo mientras llora.
-
No estoy solo. – Digo.
En
ese mismo instante detrás de mí aparecen poco a poco unas formas. Las reconozco
al instante, son ellos. Son mis amigos, todos y cada uno de ellos.
-
¿Ves este grupo? – Pregunto. – Son mis amigos. Tú antes estabas en este grupo
pero decidiste irte, cambiarme por él.
Señalo
un pedazo del suelo para que lo vea. Ella levanta la cabeza y se seca las
lágrimas.
-
Yo nunca te cambie. – Dice. – Solo lo preferí a él.
-
Yo nunca te olvidé. – Digo. – Me hiciste daño.
-
No era mi intención. – Contesta.
-
Lo sé, pero lo hiciste. – Respondo.
Estiro
el brazo para ayudarla a levantarse. Ella lo agarra con firmeza. Ya no
recordaba ni el tacto de su piel. Ella nota que sonrío y se sonroja.
-
Aún puedes volver. – Señalo al grupo de mis amigos incitándola a que vaya. – Te
recibiré con los brazos abiertos.
Ella
no contesta. Me mira. Hacía tanto tiempo que no veía esos preciosos ojos… Una
lágrima sale de mis ojos. Ella se acerca, me seca la lágrima y me sonríe. No
hace falta que diga nada, lo he entendido todo. La abrazo con todas mis fuerzas
y no paro, no quiero soltarla ahora que ha vuelto pero tengo que hacerlo. Ella
comienza a caminar y se reúne con todos los demás. Ella ha vuelto. En ese mismo
instante despierto. Todo ha sido un sueño, no ha sido realidad. Ella no ha
vuelto, ni sé si lo hará. Solo deseo con todas mis fuerzas que lo haga.
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