sábado, 24 de mayo de 2014

Libros, vidas, sueños.

Tic, tac, tic, tac. Solo suena aquel reloj ruidoso en mi habitación. El silencio invade la habitación y la soledad se puede ver reflejada en ella. Solo yo, un libro y ese incesante ruido que resuena por toda la habitación. ¿Qué si estoy sólo? Yo nunca estoy sólo, ellos están conmigo. Cada uno de los personajes del libro son mis amigos, mis compañeros, mi vida. Cuando leo un libro es como si tuviese una vida nueva, la vida de otra persona a la cual le pasan cosas fantásticas. Yo dejo de ser yo para ser otro. Y me encanta. Viajo a millones de lugares diferentes, vivo muchas vidas diferentes y conozco a millones de personas y todo eso leyendo un libro. Cada una de las palabras, de las frases, de los capítulos, son mi vida. A medida que transcurre la historia empiezo a tener sentimientos, los sentimientos que tendría el personaje si existiera, los sentimientos que refleja el libro. Empiezo a sentir el amor del personaje con su enamorada, la lealtad entre sus compañeros y él, la adrenalina que él siente en los momentos peligrosos, la tristeza y la desesperación en los momentos más complicados, las alegrías después de lograr algo. Todos y cada uno de los sentimientos. Me encanta. Todas esas son las razones por las que leer me apasiona, me fascina. Porque leer es mi vida. Y todas esas son las razones por las que quiero escribir un libro, porque esta vez quiero ser yo el que cree esos sentimientos, el que cree una vida nueva, nuevos compañeros, enemigos y nuevas aventuras. Porque ahora soy yo el que tiene que hacer sentir todo eso a los demás, que los demás vean y sientan lo mismo que yo cuando leo un libro, pero esta vez hecho por mí. Ese es mi sueño y yo lucho por ellos, hasta que los logro. Porque las personas debemos luchar por nuestros sueños hasta lograrlos, nunca retirarnos. Y cuando yo escriba mi primer libro, recordaré este blog, y como empecé y todo lo que siento cuando leo un libro. El día en que un libro no me proporcione todo esto, todo esto que me encanta, todo esto que necesito, dejaré de ser yo. Solo quedaríamos yo y el ruido incesante del reloj. Sólo, estaría sólo. Sólo con ese ruidoso sonido. Tic, tac, tic, tac…

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