miércoles, 13 de mayo de 2015

VII - Tú, mis latidos.

Siempre estás ahí,
En el fondo de mi corazón,
O yo del tuyo,
Donde me ves vivir
Y morir,
Donde sientes la presión
Y la aceleración,
Donde te siento
Porque jamás te pierdo.
Siempre estás ahí,
En mi corazón,
Al ritmo de mis pulsaciones,
De sístole y diástole,
Danzando con mis latidos,
Sufriendo con los soplos
Que me produce
Este ahogo.
Siempre estás ahí,
En el ventrículo derecho
Relajándolo,
En el ventrículo izquierdo
Acelerándolo.
Siempre estás ahí,
Recorriendo mis venas,
Circulando las carreteras
De mi cuerpo,
Ahora vivo,
A toda velocidad.
Vivo porque estás tú,
Porque circulas mi sangre,
Porque tapas mis heridas
Con tus preciosas plaquetas
Llamadas palabras.
Vivo porque ya no me desangro,
Porque desangrarse es perderte
Y  no puedo
Ni quiero
Perderte,
Olvidarte,
Ahogarme.
Siempre estás ahí,
En mi sangre,
En mis glóbulos rojos,
Perdiendo el núcleo,
O el sentido,
Por mí,
En los glóbulos blancos
Defendiendo mi cuerpo,
Eliminando amenazas
Que cazas
Con tu mirada
Por mi mirada.
Siempre estás ahí,
Y quiero creer
Que seguirás aquí
Manteniendo vivo
Este desastre,
Este caos,
Que sigue latiendo
Por ti.

Recuerdo de lo perdido, C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario