Pasamos la mitad de nuestra vida
buscando la felicidad, esperando que algún día la consigamos encontrar. Buscar
la felicidad… Que estupidez. Perdemos la mitad de nuestra vida deseándola, pidiéndola,
buscándola y dejando ser felices. ¿Para que buscar la felicidad cuando puedes
ser feliz? Puede ser el mismo concepto pero tiene diferente significado. ¿Para qué
buscar la felicidad cuando podemos ser felices con lo que tenemos? Buscamos en
cada punto minuciosamente la felicidad cuando la tenemos enfrente, solo tienes
que mirar tu alrededor. Quizás no tengas todo el dinero del mundo, ni una
pareja a la que querer y que te quiera, ni seas alguien importante en la sociedad
pero, ¿por qué ser infeliz pidiendo lo que no tenemos y no ser felices con lo
que tenemos? La vida es maravillosa y nuestro alrededor también lo es, dejemos
de buscar la felicidad y vamos a serlo todos de una vez. Quizás no tengamos todo
el dinero del mundo pero vivimos bien dentro de lo que cabe, quizás no tengamos
una pareja pero tenemos amigos a nuestro alrededor que nos quieren de verdad y
quizás tampoco seamos alguien importante en la sociedad pero a alguien le
importamos más que de sobras. La felicidad es solo una utopía, el sueño
perfecto imposible, pero ser feliz es una realidad. Yo soy feliz y me alegro de
serlo. Estoy cansado de quejarme, de pedir cosas que después quizás no me
harían tan feliz como lo imagino, cosas que quizás no me harían tan feliz como
lo soy ahora. Miremos el presente, miremos nuestro alrededor y sonriamos al
verlo, sonriamos al ver todo lo que tenemos. Disfrutemos el presente,
recordemos el pasado con una sonrisa y no pensemos en el futuro, que el destino
nos sorprenda. Dicen que la vida dura dos días, menos en lo que sopla el
viento, menos en lo que una gota de lluvia cae. Si dura dos días, ¿por qué no sonreír
los dos? ¿Para qué perder un día buscando la felicidad para que después solo
nos dure un día o menos? Sonreíd al presente, sonreíd a la tristeza y a la
alegría, sonreíd a la vida y guardad las lágrimas para las alegrías. La gente
que nos rodea es impresionante, lo que tenemos es impresionante, lo que hacemos
es impresionante, todo es impresionante. Disfrutemos de ello, ¿no creéis? Y
sobre todo, nosotros somos impresionantes, y nadie puede decir lo contrario.
Dicen que somos el ser que más se acerca a la perfección, yo no lo creo pero, ¿quien
dijo que la perfección existía? Dejemos de buscar la perfección, la felicidad
absoluta, porque no existe. Nadie es perfecto, nadie encuentra la felicidad. Yo
encontré la felicidad, la encontré cuando dejé de buscarla.
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