Me encadené a la
soledad para buscarme y cada vez me veo más lejano. Mis ojos me buscan entre lágrimas,
pero solo encuentran un vacío existencial que me ahoga desde dentro. Empiezo a
pensar que mi destino es buscarme durante toda mi vida, rascar dentro de mí hasta
sangrar. Quizá moriré sin conocerme, perdido entre la penumbra que cubre mi
ser. Quizá ni existo como ser y busco algo sin mera existencia en este mundo.
En ocasiones pienso en
rendirme, dejar de buscarme y abandonar a mi ser a la suerte del viento como si
de hojas de otoño se tratase. Lucho por buscar la partitura que forma mi alma, aunque
no tenga ningún instrumento con el cual interpretarla ni nadie que la interprete
por mí. Estoy aislado en las tinieblas con una lejana melodía sonando en todas
direcciones acompañando mi tristeza y soledad.
Mientras busco mi alma
me escondo tras una máscara, tras un ser falso e inexistente que he creado a
partir del curso de interpretación que me enseñó la vida. Este ser falso me
ahoga y aleja más a mi propio yo. Ya no sé ni si puedo confiar en mí mismo, ya
no sé si me mueve mi propia voluntad o la del resto.
Mi corazón llora todas
las noches pensando que nadie va a quererme realmente, que nadie va a querer lo
que hay detrás de mi falsa máscara ornamentada con todo lo que el mundo quiere
ver y espera de mí. Nadie va a ver mi verdadero yo, nadie se va a enamorar de
él. Nadie llorará ni sonreirá por mí. Soy una simple persona de paso en los
corazones de las personas.
Quizá alguien llegue a
interesarse por mi verdadero ser tanto como lo hago yo, quizá alguien quiera
conocerlo algún día. Quizá algún día una persona purifique mi corazón de estas
tinieblas que lo envuelven y me hacen ser medio demonio, o quizá mi destino esté
atado por siempre a esa máscara falsa que me cubre. Quizá algún día alguien meta
la mano en el pozo que me encadena y me saque de él.
Mi alma y mi ser ya no
tienen salvación, pero quizá alguien me querrá algún día con esa parte impura
que me caracteriza y se esconde en lo más profundo de mi cuerpo vacío.
C.